Louis Aliot

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Seguramente conoce a Louis Aliot, alcalde de Perpiñán desde 2020, un personaje singular en el panorama político francés. Nacido el 4 de septiembre de 1969 en Toulouse, tiene una estatura bastante imponente, cerca de un metro 85, que no pasa desapercibida en los pasillos del poder. Además, quizá no lo sabía, pero se casó con Véronique Lopez en 2021, tras una vida sentimental bastante agitada.

Al principio, no era nada seguro. Nacido en una familia con raíces bien arraigadas a la derecha, en torno a los Pieds-noirs y a una historia familiar complicada entre Argelia francesa y metrópoli, creció inmerso en un universo político que moldeó muchas convicciones. Incluso hizo una tesis de doctorado en derecho público, lo cual no es nada común en su ámbito.

En la escena política, Louis Aliot es un poco el fiel entre los fieles del Front national, hoy Rassemblement national. Presente en las altas esferas desde los años 90, siempre ha navegado entre campaña, estrategia y poder dentro del partido, junto sobre todo a Marine Le Pen, con quien estuvo en pareja durante diez años. Sí, es un habitual de las primeras filas, pero eso no siempre lo ha protegido.

Es increíble cómo su carrera local ha cambiado las cosas, especialmente desde que puso la mano sobre Perpiñán. Es él quien representa la subida notable de la extrema derecha en una gran ciudad francesa, un verdadero giro histórico, incluso preocupante para algunos, emocionante para otros. Y en 2025, la controversia no disminuye.

Quién es Louis Aliot: un hombre moldeado por su herencia y la política

Louis Aliot no es solo una cara en una papeleta de voto, es un hombre proveniente de un crisol familiar tan marcado por compromisos radicales como por herencias complejas. Su padre, un yesero de Ax-les-Thermes, viró hacia la derecha nacionalista tras la guerra de Argelia. Su madre, Pied-noire repatriada, tiene sus propios recuerdos de una guerra y un éxodo que quedaron inscritos en la memoria familiar.

Esta mezcla de recuerdos e ideologías ha nutrido a Louis Aliot desde muy joven. Nunca ha ocultado su apego a esas raíces, así como una fuerte sensibilidad al destino de los repatriados. Este marco familiar complejo explica sin duda su posicionamiento político, claramente anclado en un nacionalismo identitario pero bastante hábil para evitar el extremismo vulgar, según sus palabras.

A pesar de sus compromisos políticos desde 1990 en el Front national, también tiene una cierta rigurosidad intelectual con un doctorado en derecho público. Una rareza para algunos, pero una ventaja que le ha permitido comprender los engranajes institucionales y afinar sus estrategias políticas.

Su trayectoria universitaria no siempre fue fácil, sobre todo por sus opiniones políticas, pero aguantó y hasta se lanzó como abogado en 2010, montando un despacho en Perpiñán. Esta doble vida, entre activismo y función jurídica, da a Louis Aliot un perfil único.

Los primeros pasos de un cuadro del Front national entre activismo y rigor universitario

Antes de ser este personaje público controvertido, Aliot se forjó en la política local y estudiantil. Imagínese, joven estudiante en Toulouse, se unió pronto a los movimientos estudiantiles de derecha como la UNI, pero se mantenía crítico con algunos radicales. Ya buscaba una posición más pragmática, leyendo a fondo las teorías nacionalistas, sin rendirse nunca.

A finales de los 90, trabajó directamente con Jean-Marie Le Pen, lo que lo situó en el corazón de la acción fronterista. Este puesto en el gabinete del antiguo líder del FN es crucial. Se le encuentra tras bambalinas en campañas presidenciales, un verdadero estratega. Y allí es donde se afianza en este mundo a veces brutal pero siempre intenso.

Su papel en la «desdiabolización» del FN, sobre todo en relación con Marine Le Pen, está lejos de ser insignificante. Apenas salido de sus estudios, se erige como un pilar de la renovación del partido con la voluntad de hacerlo electoralmente más aceptable. Esto no gusta a todos y sus detractores le endilgan ciertas etiquetas, a veces severas, pero él persiste.

Esta evolución hacia un FN menos radical, más viable electoralmente, refleja bien la estrategia y las ambiciones de Louis Aliot, siempre a la vanguardia para defender sus ideas, aunque molesten.

De consejero regional a alcalde de Perpiñán: un recorrido no siempre tranquilo

Su carrera política local es una larga batalla. Elegido consejero regional de Midi-Pyrénées en 1998, luego de Languedoc-Roussillon, navega en aguas no siempre favorables. Se puede decir que jugó al límite durante mucho tiempo, perseverando a pesar de fracasos dolorosos, especialmente en sus primeras campañas municipales donde el FN luchaba para imponer su color.

Luego Perpiñán, 2020, ¡paf! Victoria histórica. Frente al alcalde saliente de derecha, se lleva la victoria con una promesa que mezcla seguridad, empleo y una gestión supuestamente más eficaz. Bajo su apariencia de político clásico, aporta un toque RN caracterizado por un estilo menos virulento de lo que se podría imaginar. ¿El progreso? Pasa su campaña bajo el umbral del racismo evidente, lo que atrajo a muchos votantes en una ciudad en crisis.

Su mandato está lejos de ser un río tranquilo, sobre todo con casos judiciales persistentes. En 2025, es condenado a tres años de inelegibilidad en un asunto de malversación de fondos en el caso de asistentes parlamentarios del FN, pero conserva su puesto, lo que dice mucho sobre las complejidades del derecho y la política en Francia.

Las críticas llueven, los debates encienden las redes, pero Louis Aliot resiste, listo para apelar y defender con uñas y dientes su legitimidad, sobre todo a través de su sitio oficial. A pesar de todo, su influencia local es cierta y sigue siendo un actor imprescindible del Rassemblement national los detalles de su trayectoria son impresionantes.

Acciones municipales bajo alta tensión y algunas polémicas

Como alcalde, Louis Aliot no dudó en tomar medidas fuertes, como relanzar las brigadas nocturnas y la contratación masiva de policías municipales. Sin embargo, también hubo tropiezos, especialmente acusaciones de nepotismo cuando hizo contratar a su pareja Véronique Lopez en el servicio de comunicación del ayuntamiento.

El cambio del escudo de la ciudad desató un verdadero clamor local, con habitantes que se sintieron traicionados por un símbolo considerado demasiado religioso y anticuado. Y luego, en 2022, la subvención otorgada al Cercle algérianiste reavivó tensiones históricas que van mucho más allá del marco municipal.

Por supuesto, estos temas son polémicos, pero es un estilo de gobernanza muy suyo, basado en la voluntad de no ceder y en un discurso claro, aunque altere. Entre críticas y defensa a ultranza, Louis Aliot juega su carta en la experiencia local.

La lista de lo que ha implementado es larga, se pueden mencionar los siguientes:

  • 📈 El refuerzo de la seguridad, con el empleo de nuevas fuerzas policiales
  • 🏢 La defensa de una política de empleo orientada a la implantación de empresas
  • 🌱 La introducción de la ecología local, con iniciativas para vegetabilizar la ciudad
  • 📊 El reajuste del estacionamiento para equilibrar atractivo e ingresos municipales
  • ✉️ Una comunicación municipal reforzada, aunque criticada por su lado familiar

Louis Aliot hoy: candidato, condenado, pero siempre en el frente político

Podría parecer paradójico, pero Louis Aliot, a pesar de su condena judicial por malversación de fondos públicos, sigue al frente de su alcaldía y se prepara para la próxima cita electoral de 2026. De hecho, su pena aún no es ejecutable, lo que crea un escenario inédito en el panorama político francés.

Asegura querer «borrar esta injusticia» en apelación y no deja de aparecer en los medios y en su perfil de Facebook para mantener el vínculo con sus simpatizantes. Algunos no dudan en decir que tiene «la confianza de todos» en el Rassemblement national, lo cual está lejos de ser insignificante.

En cuanto a alianzas, sigue haciendo llamado a figuras clave tanto dentro del RN como más allá, llegando incluso a invitar a personalidades como Éric Zemmour y Robert Ménard durante sus campañas locales, signo de una estrategia de agrupación a geometría variable.

Puede seguir sus anuncios e iniciativas a través de su sitio oficial o su página de Facebook, que siguen siendo plataformas clave para sus intervenciones públicas.

Lo que le depara el futuro cercano

Louis Aliot quiere volver a presentarse en 2026, fuerte de su arraigo local y de la confianza de sus electores. A pesar de la tormenta judicial, apuesta por una campaña centrada en los éxitos de su gestión y la continuidad de sus proyectos. Una apuesta arriesgada, pero que tiene posibilidades en un panorama político cada vez más fragmentado.

¿Sus proyectos anunciados? Continuar la modernización de Perpiñán, con un enfoque en:

  • 🏗️ El desarrollo de infraestructuras, especialmente ferroviarias
  • 🛡️ La seguridad, siempre un punto central de su programa
  • 🌳 La transición ecológica medida, entre tradición e innovación
  • 🤝 La aproximación con actores económicos locales y nacionales

En suma, Louis Aliot representa hoy una figura política bien plantada, en un juego complejo, entre sombras judiciales, éxitos locales y ambiciones nacionales tibias. Para él, la batalla continúa.


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