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- ¿Quién es Manon Aubry, esta eurodiputada comprometida que sacude la política europea?
- La trayectoria profesional antes de la fama: del trabajo humanitario a las ONG
- Los momentos clave de la carrera política de Manon Aubry en Bruselas y Estrasburgo
- Una lista de compromisos y proyectos impulsados por Manon Aubry como eurodiputada
- Lo que se sabe (o no) sobre la vida privada de Manon Aubry, entre familia y compromisos
- Las controversias y momentos destacados que marcaron su recorrido político
Es loco pensar que Manon Aubry, con ya 35 años, nacida el 22 de diciembre de 1989 en Fréjus, se ha convertido en una de las voces más destacadas de la izquierda europea. Con sus 1,72 metros, esta política francesa no pasa desapercibida, ni por su estatura, ni por su compromiso, ni por su presencia en el Parlamento europeo. Bueno, me dirás, sobre todo se la conoce por su rol de eurodiputada y su papel de copresidenta del grupo de la Izquierda desde 2019.
Pero detrás de esta carrera política bien llena, hay un recorrido que tiene sentido. Proveniente de una familia donde la política está en el aire (su padre es periodista y su madre militante política), Manon eligió muy temprano el camino del activismo. Nada sorprendente verla abordar temas delicados como la evasión fiscal o lo social. Es en estas luchas donde forjó su identidad pública, siempre del lado de los oprimidos y con un lenguaje franco que no deja indiferente.
Antes incluso de poner un pie en el Parlamento europeo, su experiencia en Oxfam France tuvo mucho peso. Durante varios años militó contra las desigualdades y las grandes fortunas que se burlan del fisco, lo que sin duda no mejoró su reputación de «mujer que molesta». Francamente, eso construye un personaje. Y te imaginas, su carrera militante incluso comenzó en África, donde trabajaba en temas de derechos humanos en Liberia y en la RDC.
Por eso su nombramiento como cabeza de lista de La France Insoumise en las elecciones europeas de 2019 causó bastante revuelo. Su elección al Parlamento europeo con un resultado honorable, y luego su reelección en 2024 con un resultado aún más impresionante de 9 escaños para LFI, lo demuestran. Sigue encarnando esa energía de una izquierda que no quiere abandonar la lucha, ya sea por la justicia fiscal o los derechos humanos.
¿Quién es Manon Aubry, esta eurodiputada comprometida que sacude la política europea?
Manon Aubry es esa activista que entró en política con una energía rara. Aunque nació en Fréjus, en el Var, se siente que siempre ha tenido a corazón superar fronteras, ya sean geográficas o ideológicas. De hecho, estudió en Sciences Po Paris, una élite a menudo criticada, pero supo usarla para fortalecer sus convicciones, especialmente en derechos humanos y desarrollo. Durante sus estudios, incluso fue presidenta local de UNEF, el sindicato estudiantil.
Lo que me impresionó fue su compromiso muy temprano en luchas juveniles. Sabes, en 2006 ya estaba a fondo contra el contrato de primer empleo, organizaba bloqueos de liceos… no era de las que se dejaba hacer, ¿eh? Y siguió adelante sin traicionar nunca sus valores. Un buen ejemplo de perseverancia que obliga al respeto.
Otra cosa que me pareció muy humana es que practicó la natación en competición cuando era más joven. Sí, tiene esa dimensión deportiva. Incluso sigue jugando waterpolo en París, no es poco cuando se sabe cuánta energía se necesita. Ese lado combativo en los terrenos deportivos encaja bien con su temperamento político también apasionado.
Ah, y no puedo olvidar mencionar a su familia, porque está bastante arraigada en un entorno donde la política y el periodismo no son desconocidos. Su madre, Catherine Poggi-Aubry, es también una activista reconocida, y su abuelo fue un militante de izquierda en Córcega. Es todo un legado político, pero también una fuente de inspiración.
La trayectoria profesional antes de la fama: del trabajo humanitario a las ONG
Manon no es de las que se queda en los discursos. Después de estudiar, se lanzó al terreno, en Liberia y en la República Democrática del Congo, donde trabajó con Médecins du Monde y The Carter Center. Allí seguía de cerca la situación de los derechos humanos y especialmente los daños causados por la explotación minera, un tema candente que sin duda la marcó profundamente.
Luego, su compromiso se internacionalizó con Oxfam France, donde se convirtió en la cabeza pensante de la lucha contra la evasión fiscal y las desigualdades. Eso, amigos, le dio una tribuna muy poderosa. Sacó varios informes que hicieron estallar la polémica, denunciando prácticas de multinacionales que eluden las reglas para obtener enormes beneficios.
Al mismo tiempo, nunca abandonó otra de sus pasiones: la enseñanza. Desde 2014 comparte sus conocimientos en derechos humanos en Sciences Po Paris. Nada menos. Se nota que es una chica que le gusta transmitir, mover las líneas, tanto con activistas como con estudiantes.
Sin olvidar que le encanta afrontar desafíos: en 2019 se lanzó en una travesía en bicicleta — sí, sí — para ir a encontrarse con ciudadanos a menudo olvidados por la gran maquinaria europea. Quería mostrar que se puede hacer política de otra manera, más cerca del terreno, más comprometida. Francamente, es refrescante en un mundo a menudo demasiado rígido.
Los momentos clave de la carrera política de Manon Aubry en Bruselas y Estrasburgo
Elegida en 2019 como cabeza de la lista LFI, se convierte en la presidenta de grupo más joven en el Parlamento europeo, copresidiendo con el diputado alemán Martin Schirdewan. Un papel de peso cuando se sabe que en el corazón de las comisiones económicas, jurídicas y de desarrollo es donde propone sus ideas e influye realmente en los debates.
También ha adoptado posturas francas, especialmente denunciando la opacidad de las instituciones europeas o enfrentándose firmemente a la evasión fiscal, con un gesto que me hizo sonreír: regalar a Jean-Claude Juncker un paquete de billetes falsos en su partida, un ataque nada sutil contra el escándalo de Luxembourg Leaks.
En cuanto a confrontaciones, Manon ha metido muchas veces la pata. Recibió una amonestación en 2019 por haber alentado una ocupación del Parlamento europeo por Extinction Rebellion. O también fue multada por ayudar a migrantes en Calais, resistiendo leyes que prohíben la solidaridad. Se la siente lista para la lucha, aunque eso puede molestar.
Suele estar en el centro de controversias, especialmente por sus declaraciones sobre racismo o diplomacia internacional. Esto divide, pero dice mucho de su estilo: sin rodeos y con una visión política que asume plenamente, aunque moleste.
Una lista de compromisos y proyectos impulsados por Manon Aubry como eurodiputada
- 🌍 Lucha contra la evasión fiscal de las multinacionales, especialmente en los paraísos fiscales europeos.
- 🤝 Defensa de los derechos humanos, especialmente de los migrantes, con un enfoque directo y solidario.
- 🚴♀️ Iniciativas para acercar a los ciudadanos a las instituciones europeas, como la travesía en bicicleta de 2019.
- ⚖️ Protección de las mujeres, con acciones fuertes contra los feminicidios y la violencia de género.
- 🦠 Compromiso por la transparencia en la gestión sanitaria, como durante la pandemia de Covid-19.
- 🌱 Apoyo a políticas ecológicas a través del intergrupo Green New Deal.
Todo esto, mezclado con una postura de oposición a veces muy virulenta, que hace fruncir el ceño pero que impulsa al debate, a la reflexión. En resumen, Manon Aubry es una figura que no deja indiferente.
Lo que se sabe (o no) sobre la vida privada de Manon Aubry, entre familia y compromisos
¿Sabes qué? A pesar de su cargada carrera, Manon no está en todo el circo mediático. No hay bodas ostentosas ni vida ultra-mediatizada. Pero se sabe que su familia también está muy involucrada en la política: su madre incluso fue candidata bajo sus colores en La France Insoumise. Eso es algo bastante raro, esta transmisión familiar.
Y luego, incluso en sus hobbies, encontramos esa energía feroz. Su apego al waterpolo, esa pasión que aún practica en París, muestra que sabe desconectar y mantener una vida equilibrada. En París, parece que tiene amigos fieles y que sigue accesible a pesar de su estatus.
Es bastante paradójico, de hecho, su perfil. Por un lado, esta activista seria y rigurosa, pero también esta chica cercana al terreno, a la gente, que no quiere que la política sea un mundo aparte. Se nota que le importa mucho seguir conectada con la sociedad real.
El lado familiar comprometido, activismo de proximidad, hace que su imagen sea más humana, más tangible que esa caricatura de “eurodiputada”. Y esto, para mí, es la clave para entender por qué le gusta a mucha gente, aunque no todos estén de acuerdo con ella.
Las controversias y momentos destacados que marcaron su recorrido político
Hay que decir que Manon Aubry nunca ha huido de la controversia. Un exceso de franqueza, sin duda. Por ejemplo, en 2020 creó un escándalo al relativizar ciertas formas de racismo, lo que provocó fuertes reacciones en los medios. Lejos de ser un accidente, es más bien su estilo de cuestionar todo.
También en 2024, su posición matizada sobre la invasión de Ucrania por Rusia generó comentarios. Abogó por la diplomacia y defendió una cierta sensibilidad hacia Ucrania y Rusia, lo que no siempre encaja con la línea mayoritaria de su campo. Una actitud que le vale críticas, pero que ilustra bien su voluntad de salir de los caminos trillados.
También se puede mencionar su candidatura como cabeza de lista LFI en 2024, donde mejoró notablemente los resultados del partido, llegando casi al 10% de los votos. Francamente, no estaba ganado, y ahí, mis respetos.
Los últimos meses también han visto su confrontación con Valérie Hayer, con denuncia por difamación y todo el lío. Como ves, incluso en Bruselas, las cosas se mueven en modo «serio pero no todo formal». Ese tipo de rebotes hace la escena política europea un poco más humana (y más divertida).
Para seguir sus posturas y su actualidad, te invito de verdad a visitar su sitio oficial o su página de Facebook. Allí es donde suele compartir sus críticas y sus luchas, siempre con esa energía contagiosa.
